Pedro Miguel Funes Díaz
Visión Social
Durante el pontificado de Juan Pablo II, en el año 2004, fue publicado el "Compendio de la doctrina social de la Iglesia" con el cual se cumplía un deseo del Papa y de muchos obispos, sacerdotes y fieles, de contar con una guía que, desde la perspectiva moral, iluminara el quehacer de los cristianos en el vasto campo de lo social.
Para tratar de ilustrar lo anterior, en una carta del secretario de Estado se leía que "en el curso de la historia, y en particular en los últimos cien años, la Iglesia nunca ha renunciado según las palabras del Papa León XIII, a pronunciar «la palabra que le corresponde» acerca de las cuestiones de la vida social.
Continuando con la elaboración y la actualización de la rica herencia de la Doctrina Social Católica, el Papa Juan Pablo II ha publicado, por su parte, tres grandes encíclicas 'Laborem exercens', 'Sollicitudo rei socialis', 'Centesimus annus', que constituyen etapas fundamentales del pensamiento católico sobre el argumento.
Por su parte, numerosos obispos, de todas las partes del mundo, han contribuido en estos últimos tiempos a profundizar la doctrina social de la Iglesia. Otro tanto han hecho numerosos estudiosos, en todos los continentes. Era, pues, indispensable que se proveyese a la redacción de un compendio de toda la materia, presentando en modo sistemático los puntos principales de la doctrina social católica. De esto se ha hecho cargo el Pontificio Consejo «Justicia y Paz», dedicando a la iniciativa un intenso trabajo a lo largo de los últimos años".
En dicha carta se asegura que se muestra que la doctrina social católica posee un valor de evangelización y que se invita a todos a descubrir su propia trascendencia como seres humanos. Igualmente hace referencia a la importancia de los valores morales, que se fundamentan en la ley natural presente en la conciencia de cada uno, que debe reconocerla y a respetarla.
El cardenal Rafael Martino, en la presentación de este compendio decía que "La lectura de estas páginas se propone, ante todo, para sostener y motivar la acción de los cristianos en el campo social, especialmente de los fieles laicos, de quienes este ámbito les es propio... y que "todo lector de «buena voluntad» podrá conocer los motivos que impulsan a la Iglesia a intervenir con una doctrina en el campo social, a primera vista fuera de su competencia, y las razones para un encuentro, un diálogo, una colaboración al servicio del bien común".
Creo, por mi parte, que la lectura y consulta de esta obra es provechosa no solamente para los católicos, sino para todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo.